Los usos del piedra lapislazuli como ornamento humano se remontan a la prehistoria. No en vano, su característico color azul se asocia con la nobleza o la elegancia. Se calcula que lleva sobre la Tierra desde hace unos seis mil años y, en época egipcia, ya se utilizaba para elaborar amuletos. En esta etapa, solía adoptar formas de escarabajo u ojo. También se incrustaba directamente en otras joyas y máscaras funerarias.

Características de la piedra lapislázuli


La palabra "lapislázuli" (azur en francés o azzurro en italiano), proviene del latín lapis y del árabe azul, lo que da lugar a "piedra azul". Aunque, en otras fuentes, se asegura que su origen provendría del término latino medieval lazulum. Se compone, asimismo, de aluminio de azufre y silicato de sodio, con una dureza de entre 5 y 6. Los principales yacimientos de esta piedra preciosa se hallan en Rusia, Pakistán, Afganistán, Myanmar, Canadá y Estados Unidos. Con respecto a su color, los tonos de azul van del índigo al ultramarino. Además, suele aparecer con motas blancas o doradas, debido a la calcita y la pirita.

A la hora de utilizarse en joyería, puede emplearse en modo de perlitas, para integrar un collar o una pulsera. También suele adoptar forma de piedra plana, ideal para actuar como colgante. Se comercializa igualmente como guijarro, piedra rodada o para el pulgar. En péndulo o como corazón, suele coronar un gran número de adornos. Permite, asimismo, incrustaciones en plata. Resultan habituales así los árboles de la vida. Otra manera de lucir el lapislázuli es engarzado en sortijas.

Propiedades de la piedra lapislázuli


Uno de los principales usos del lapislázuli se da en la litoterapia, destinada a mejorar el organismo a través del contacto directo con las piedras y los minerales. Esto es así porque esta piedra permite liberar las emociones reprimidas. En particular, mejora la capacidad de la comunicación oral, ayuda a manejar el estrés y trae consigo la paz interior. Protege igualmente contra ciertos malestares ocasionales, como la migraña, el insomnio o los mareos. Así, personas inseguras o con fobias podrían verse agraciadas por la piedra preciosa.

Con el fin de disfrutar de estos beneficios, se aconseja llevar la piedra lapislázuli cerca de la garganta, en forma de collar, colgante o broche por encima de la ropa. Suele ser habitual, por tanto, encontrarla en personas expuestas públicamente, que precisen de habilidades comunicativas y orales. Se recomienda, asimismo, ponerse la piedra por encima del diafragma, para que las fuerzas espirituales vayan directas al corazón y los pulmones.

Usos de la piedra lapislázuli


De siempre, el lapislazuli se ha asociado con efectos mágicos sobre el organismo. Se considera, de hecho, que abre el denominado "tercer ojo", un vórtice energético que se situaría en medio de la frente y por el cual se vería todo lo que permanece oculto. Por este motivo, las terapias o la ornamentación sobre el cuerpo han sido sus principales usos. En la actualidad, proliferan los lapislázulis falsos, obtenidos de forma sintética, mucho más baratos que el original. Para detectar si es verdadero o no, se puede aplicar un filtro Chelsea, por el cual se debería ver rojo a su través.

No obstante, también se emplea en arquitectura, pues abunda en mosaicos u otro tipo de incrustaciones, por su vivo color. Con ella, se suelen realizar igualmente esculturas de escaso tamaño. Por otro lado, su suave dureza la hace ideal para incrustarse en anillos, gemelos o brazaletes. Además, se utiliza, principalmente, como pigmento, por el cual se consigue el azul ultramarino, muy usado por los pintores barrocos, como Vermeer. En época moderna, Salvador Dalí esculpió incluso esculturas con tan noble material.

Significado de la piedra lapislázuli


El símbolo de esta piedra preciosa es una bóveda celeste con estrellas, que denota una fuerza sagrada. Se asocia directamente con la sabiduría y el pensamiento. Por eso, llevarlo incrustado en un anillo sello aportará a la persona serenidad y entendimiento. Los egipcios bien lo sabían, pues asociaban la piedra tanto con el cielo como con el río Nilo. En las representaciones de la diosa Isis, se usaba también para el cabello y los adornos.

Por su parte, en el Renacimiento, fue empleado por artistas como Da Vinci o Miguel Ángel y se dice que se encuentra pulverizada en la Capilla Sixtina. También se utilizó sobre manuscritos en época medieval. Asimismo, en la Biblia, Aarón porta una coraza incrustada con lapislázuli. Y, en el budismo, aparece en las grutas de Yungang, antiguos templos horadados en las cuevas.